El concepto de biodiversidad hace referencia a la amplia variedad de seres vivos que habitan este planeta. Pero también tiene que ver con otras funciones en nuestro medio; por lo que también es posible hablar de biodiversidad funcional. Áreas de barbecho, pastizales permanentes, setos o humedales tienen mucho que ver con el almacenamiento y la filtración de agua, la protección del suelo o el procesamiento de nutrientes. Del mismo modo, la diversidad de seres vivos juega un importante papel a nivel agronómico en relación con el control de plagas o la polinización. Una simbiosis perfecta que hace imposible desligar la actividad agroganadera y la producción de alimentos del cuidado ambiental y la protección de nuestros recursos naturales.
Mercedes Pazo Brea, productora de cultivos hortícolas en ecológico en la zona de Fisterra, nos habla de la capacidad de nuestro medio ambiente de proporcionar servicios al ecosistema; y de cómo ésta ha sido dañada por las malas prácticas agrícolas realizadas en los últimos años. Métodos y maneras de trabajar que la Unión Europea trabaja por desterrar, mediante directrices de seguridas alimentaria y sostenibilidad cada vez máis estrictas.
“Uno de los grupos de seres vivos que más se ha visto afectado son los insectos. La biodiversidad entomológica ha mermado debido al uso de pesticidas, y no olvidemos que al menos el 56% de la producción agrícola se beneficia de la polinización de los insectos. Otro grupo afectado sería la microbiota del suelo; con los monocultivos y el sistema de gestión de suelos que se ha estado usando, la riqueza del suelo se ha visto saqueda”, explica esta agricultora. Que destaca el papel de la nueva PAC para salvaguardar la biodiversidad, mediante la promoción de una mejor gestión integrada de plagas, los pagos verdes, el fomento de la agricultura ecológica y las estrategias de la Granja a la Mesa.
La Unión Europea fijó seis objetivos que se tenían que cumplir este año y se centraban en:
1) Aplicar la legislación europea sobre protección de la naturaleza;
2) Aumentar la contribución de la Unión Europea en prevención;
3) Agricultura y Silvicultura más sostenibles;
4) Controles de especies exóticas invasoras;
5) Aumento de la contribución europea a prevenir la pérdida de la biodiversidad mundial y
6) Pesca sostenible.
Cada objetivo va acompañado de medidas y acciones específicas para garantizar su cumplimiento. “Por ejemplo, para obtener una agricultura y silvicultura más sostenibles, existen los pagos directos por barbecho o cultivos fijadores de nitrógeno. Algunas de las PACs de agricultores que he gestionado este año tienen un alto porcentaje de pagos de este tipo” comenta Mónica Regueira, ingeniera técnica agrícola.
Desde la reforma del 2014, la PAC impulsó la obligatoriedad de mantener un 5% de la superficie agrícola como Superficie de Interés Ecológico. “Se trata de zonas que son gestionadas por los agricultores de manera que se salvaguarde y promueva la biodiversidad”, explica. Por otro lado, los ecosistemas forestales también refuerzan la biodiversidad y proporcionan hábitats a muchas especies protegidas por la Unión Europea, como por ejemplo los bosques protegidos por la Red Natura 2000.
Tal y como comenta Montserrat López Mosquera, ingeniera alimentaria con gran experiencia en la industria alimentaria, «la pérdida de biodiversidad alimentaria es un tema preocupante. Tres cultivos básicos: trigo, maíz y arroz; y tres especies animales: pollo, vaca y cerdo, son los que brindan la mayor ingesta calórica en el mundo”.
La biodiversidad es fundamental para tener una seguridad alimentaria óptima y tener dietas saludables. “Estamos siendo dependientes de unas pocas especies para alimentarnos, y eso conlleva fragilidad en la seguridad alimentaria. Menos biodiversidad implica que los animales y las plantas son más vulnerables a plagas y enfermedades” relata.
La legislación europea ya se está haciendo eco del problema, y las estrategias para salvaguardar la biodiversidad toman cada vez más fuerza en el ámbito de la Unión. “Para mí lo básico es eliminar el uso de plaguicidas y fertilizantes, que a la larga son dañinos para el suelo y todo el medio ambiente. Y, evidentemente, fomentar la agricultura ecológica. Si queremos tener alguna oportunidad de revertir lo que se ha hecho mal es apostando por la agricultura ecológica” comenta.
La Unión Europea es plenamente consciente de las problemáticas existentes. Y se ha propuesto que para el 2030 al menos un 25% de la superficie agraria europea se dedique a agricultura ecológica; así como reducir al 50% el uso de plaguicidas.
Canal Voz